domingo, 23 de janeiro de 2011

La fisiologia del Cerebro en el Ajedrez


viernes 21 de enero, 12:44 PM
HONG KONG (Reuters) - Los jugadores profesionales de ajedrez suelen dejar perplejos a sus seguidores con su capacidad de realizar movimientos letales para sus oponentes rápida e intuitivamente, pero un estudio japonés publicado el viernes habría revelado su secreto.

A través del monitoreo del flujo sanguíneo en el cerebro para detectar su actividad, investigadores hallaron que los jugadores expertos de shogi -un juego japonés similar al ajedrez- usan dos regiones cerebrales para efectuar los movimientos cruciales.

A diferencia de los jugadores amateur, que usan la región llamada "precuneus" del lóbulo parietal, los profesionales emplean el núcleo caudado en el centro del cerebro, dijo Keiji Tanaka, del Laboratorio de Mapeo Cerebral Cognitivo del Instituto de Ciencia Cerebral RIKEN.

"Los profesionales están entrenados exhaustivamente por mucho tiempo -más de 10 años- y durante muchas horas por día. Este tratamiento exhaustivo (habría) cambiado la actividad desde la corteza cerebral hacia el núcleo caudado", indicó Tanaka, autor del estudio.

Los resultados fueron publicados en la revista Science.

"El núcleo caudado está muy bien desarrollado en las ratas y los ratones, mientras que la corteza cerebral está muy desarrollada en los primates (...) Para volverse expertos, los maestros del shogi comienzan a usar todas las partes del cerebro", dijo Tanaka.

El autor espera que el estudio inspire investigaciones sobre los poderes intuitivos del núcleo caudado.

"Los juegos no serían muy importantes para la sociedad (...) pero los auditores, los investigadores de crímenes, los médicos, todos, necesitan (la intuición) para hallar el punto de preocupación, el punto de anormalidad", dijo Tanaka.

"Los ingenieros en sistemas suelen tener que depender de la intuición para ubicar la fuente de un problema. Los excelentes ingenieros no pueden explicar por qué son buenos, algo muy similar a lo que sucede en el ajedrez", añadió el experto.

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